Por Barbara H. Peterson / farmwars.info
Aunque
no quiera ingerir glifosato, el herbicida más utilizado en todo el
mundo fabricado por Monsanto, y conocido como Roundup, no va a poder
evitarlo. Lo va a ingerir de todos modos.
Aquellos
alimentos que se promocionan como sanos y nutritivos, incluso los
considerados ecológicos y sin ingredientes transgénicos, contienen un
ingrediente extra añadido por el gigante de la Industria Química y de la
Agricultura Industrial, Monsanto, en su desayuno, en la comida, en su
cena y cualquier otro alimento que tome entre comidas. Sí, es una
cortesía de las Agencias de Regulación el que este herbicida esté
omnipresente en nuestros alimentos, provocando una contaminación a gran
escala y sin precedentes.
Historia del glifosato
Son 3 las patentes del glifosato: fue patentado por primera vez en 1964 por Stauffer Chemicalcomo
un quelante de metales comercial que se utilizaba para limpiar o
descalcificar las calderas y tuberías (2). El glifosato se une y elimina
minerales como el calcio, magnesio, el manganeso, el cobre y el zinc,
que son vitales para nuestra salud.
Las segunda patente fue presentada en 1974 por Monsanto para uso como herbicida (3). Monsanto afirma
que el glifosato, que mata a las plantas al interrumpir la vía
shikimato, no tiene ningún efecto sobre los seres humanos porque los
mamíferos no disponen de la vía shikimato. Sin embargo, un reciente
estudio revisado por pares (4) afirma:
“El glifosato inhibe la enzima citocromo P450 (CYP), algo que se ignora de su toxicidad para los mamíferos. Las enzimas CYP juegan un papel crucial en las funciones biológicas, una de las cuales es la de desintoxicar los xenobióticos (sustancias químicas extrañas). Por lo tanto, el glifosato aumenta los
efectos dañinos de otros residuos químicos presentes en los alimentos y
toxinas ambientales. El impacto negativo en nuestro organismo es
persistente y se manifiesta lentamente con el tiempo, ya que la
inflamación daña los sistemas celulares de todo el cuerpo”.
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En
el año 2003, Monsanto solicitó una nueva patente sobre el glifosato
como antimicrobiano para el control de parásitos o como antibiótico (5).
Esta patente se concedió en 2010. Se propone que el glifosato se
utilice como un tratamiento contra las infecciones microbianas y el
control parasitario de diversas enfermedades, como la malaria. Un
estudio revisado en 2013 decía que el glifosato mata la flora intestinal
beneficiosa de los pollos ya en cantidades tan bajas como 0,75 ppm
(partes por millón) (6).
Justo lo que necesitamos para el desayuno
El informe publicado por Food Democracy Now y el Proyecto Detoxofrece
un alarmante panorama de los alimentos contaminados, de los que
probablemente nos alimentemos y se los demos a nuestros hijos.
Glifosato: inseguro en cualquier plato
Un
destacado laboratorio de evaluación alimentaria registrado por la FDA
ha encontrado niveles extremadamente altos de glifosato procedente de
los herbicidas en los productos alimentarios de mayor consumo en los
Estados Unidos.
El glifosato, ingrediente activo de Roundup de
Monsanto, es el herbicida más utilizado en todo el mundo en la
producción agrícola y alimentaria, como resultado de la adopción
generalizada de los cultivos transgénicos, con más de 71 millones de
hectáreas cultivadas en los Estados Unidas, y más de 440 millones de
hectáreas en todo el mundo.
Los
nuevos estudios científicos revelan daño probable para la salud humana,
algo que podría ya producirse a niveles tan reducidos como 0,1 partes
por mil millones. Los alimentos más consumidos fueron analizados para
comprobar la presencia o no de glifosato, encontrándose entre 289,47
partes por mil millones hasta niveles tan altos como 1.125, 3 partes por
mil millones.
Las pruebas y los análisis fueron realizados por Anresco Laboratories,
de San Francisco, un laboratorio registrado por la FDA, que lleva
realizando análisis alimentarios desde 1943. El laboratorio encontró que
los productos más consumidos, por ejemplo, Cheerios, tenía un contenido en glifosato de 1.125, 3 partes por mil millones. Otros niveles también altos de glifosato se encontraron en las marcas Oreo, Doritos y Ritz Crackers, entre los 29 alimentos analizados.
Actualmente,
las Agencias de Regulación de Estados Unidos permiten la presencia de
unos niveles muy altos de residuos de glifosato en los alimentos. El
límite de la ingesta diaria admisible (IDA) está establecida en 1,75
mg/kg de peso corporal al día en los Estados Unidos, mientras que en la
Unión Europea es de 0,3 mg/kg de peso corporal. Las tolerancias se han
establecido mediante estudios patrocinados por las Empresas y la
influencia ejercida por la Industria en el proceso de reglamentación.
La
nueva investigación muestra que el herbicida Roundup causa daños en el
hígado y los riñones de las ratas, como se refleja en los cambios en las
funciones de 4.000 genes con una ingesta de sólo 0,05 partes por mil
millones, lo que indicaría la producción de un daño.
Estudios
adicionales han encontrado que niveles tan bajos como 10 partes por mil
millones pueden tener efectos tóxicos en el hígado de los peces y
causar daño significativo a los hígados y riñones de las ratas a 700
partes por mil millones, que es el nivel permisible de glifosato en el
agua potable de los Estados Unidos.
Las
evidencias científicas independientes y revisadas por expertos muestran
que los daños en la salud humana podrían comenzar a niveles tan bajos
de glifosato como 0,1 partes por mil millones.
Estos
innovadores descubrimientos, que unos cereales de una marca emblemática
en los Estados Unidos, contengan niveles tan altos como 1.125,3 partes
por mil millones, debería suponer una llamada de atención para todas las
personas respecto a los niveles inaceptables de residuos de plaguicidas
en los alimentos. [En este sentido, puede consultarse el informe
publicado recientemente por Ecologistas en Acción sobre la presencia de
plaguicidas disruptores endocrinos en los alimentos de España: “Directo a
tus hormonas: guía de alimentos disruptores”]. Estos hallazgos son
especialmente preocupantes, ya que los últimos estudios científicos
independientes, durante los cuales un equipo internacional de
científicos ha reevaluado los mismos datos previamente utilizados por
las Agencias de Regulación, solicitan
una Ingesta Diaria Admisible (IDA) más baja, debiéndose fijar en 0,025
mg/kg de peso corporal por día, es decir, “doce veces inferior a la IDA
establecida actualmente en Europa y 70 veces menor al nivel actualmente
permitida por la EPA en los Estados Unidos”.
Es
importante que las personas y los padres comprendan que la
contaminación por glifosato no se puede eliminar por lavado y no se
descompone al cocinar. Los residuos de glifosato pueden permanecer
estables en los alimentos durante un año o más, incluso si los alimentos
se congelan o procesan.
Las
pruebas y análisis de realizaron a petición de FOOD DEMOCRACY NOW, en
coordinación con THE DETOX PROJECT, que ha reunido evidencias
científicas adicionales en todo el mundo e incluyendo un compendio de
investigación independiente sobre el glifosato, en el que se recogen los
análisis de Anresco Laboratories.
Basándose
en esta nueva información, FOOD DEMOCRACY NOW está solicitando una
investigación federal sobre los probables efectos nocivos del glifosato
en la salud humana y el medio ambiente, y también solicita una
investigación sobre las relaciones entre las Agencias de Regulación y la
Industria, a raíz de la exposición a la que están sujetas las personas y
considerando los niveles de glifosato que los científicos señalan como
perjudiciales para la salud humana.
Visto en : Noticias de abajo
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